COMUNICADO SACERDOTES NAVARROS

COMUNICADO SACERDOTES NAVARROS

Vivimos en Navarra. Además de ser ciudadanos de Navarra, somos cristianos y sacerdotes. Y en tanto que somos navarros y cristianos, no podemos quedar callados, vista la actitud que ha tomado el Gobierno de Navarra contra nuestro idioma el euskara y contra nuestra cultura vasca, pues está obstaculizando la utilización y el aprendizaje del euskara y reduciendo las ayudas. Así hace más dificil la posibilidad de vivir en nuestra lengua. Como lo han expresado muchos autores, la lengua y la cultura son el alma de un pueblo.

El bertsolari navarro Xalbador nos dice que la lengua es el corazón del pueblo. Cada persona y cada pueblo tiene su propia identidad, su propia alma, y su primera obligación es tomar conciencia de esa identidad e ir consolidándola y profundizando. Por eso, cuidar y consolidar el idioma y la cultura es una labor ineludible para el pueblo. Para los creyentes, además, la pluralidad cultural y lingüistica son frutos de la creación de Dios, una razón añadida para valorarla con respeto de forma agradecida. La situación del euskara y de la cultura vasca es en Navarra especialmente difícil, a pesar de ser una lengua y una cultura autóctonas. Durante generaciones nuestra lengua, anterior al castellano y que fué de la mayoría de los navarros, se ha visto discriminada por parte de la clase dirigente.

Y ahora que esa discriminación la ha llevado a una situación minorizada, se nos acusa de discriminar a los castellanohablantes, cuando sólo reclamamos derecho a poder vivir en nuestra lengua, y no la muerte de otras lenguas ni la marginación de nadie. Y consideramos vergonzoso querer equiparar al euskara con otros idiomas que no son nuestros ni de nuestra tierra. Los gobernantes actuales de Navarra no respetan la identidad de los ciudadanos navarros. Cuidar y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos exige, en primer término, cuidar y proteger su identidad y su alma, su cultura e idioma.

En vez de tomar en consideración y proteger con respeto la pluralidad de Navarra, impulsan la separación y marginación de los vasco hablantes. De esta manera provocan el distanciamiento y enfrentamiento entre las diferentes culturas, y abren caminos que dificultan la convivencia entre navarros.

(Jose Jabier Aizkorbe, Ramon Apezetxea, Jose Mari Aleman y otros 35 sacerdotes de la Zona de Mendialdea)